La personas reniegan y dice que durante las noches de luna llena hay cierta tensión en el aire. Los hospitales, comentan, se llenan de heridos y locos. Al mundo le da por volverse un poco más inquieto en esos momentos. ¿Verdad? Pues en realidad no. Sin embargo, es un mito increíblemente extendido. Sanitarios de todo el mundo creen que, efectivamente, durante la luna llena ocurren más incidencias, a pesar de las evidencias que van en su contra. Tanto es así que han tenido que realizarse varios estudios para desmentir esta creencia. Y es que las creencias, sobre todo si están relacionadas con la sanidad, cuestan dinero y salud. Montones son los mitos asociados a las noches de luna llena y montones las pruebas que los contradicen. Y sin embargo, siguen estando ahí. El sesgo de confirmación sigue jugando en nuestra contra. Al fin y al cabo, somos humanos y es muy difícil librarse de los viejos fantasmas.
Desde el inquietante aullido de los lobos a la locura transitoria, la luna llena ha sido bautizada y nombrada tradicionalmente como la madre del misterio. Algunos de los mitos más extendidos en nuestra sociedad se relacionan con la salud. Hay quién cree que la luna llena, como con las mareas, incide en nuestros "humores" vitales, provocando un aumento de la enfermedad. Es más, también hay quien cree que la demencia, debido a un proceso parecido, se agrava durante estas noches. Otra increíble creencia se refiere al aumento de los errores médicos durante las noches de luna llena, lo que hace que mucha gente tema operarse (y esto lo digo por experiencia propia) durante estos días. También hay quién cree que durante la luna llena los animales son más agresivos y se producen más
mordeduras y ataques. Si sumamos todo esto, el resultado es claro: los hospitales deben ser un infierno durante las fases de luna llena.
mordeduras y ataques. Si sumamos todo esto, el resultado es claro: los hospitales deben ser un infierno durante las fases de luna llena.
Pero nada más lejos de la realidad. Porque no, la luna no es la causante de ningún aumento de ningún tipo. Son cientos los estudios que contradicen semejantes creencias. La admisión de enfermos es exactamente igual, estadísticamente hablando, en una noche cualquiera que las noches de luna llena. No hay más crímenes, ni más accidentes, ni aumenta el cáncer. Tampoco los partos, ni los embarazos. Y, sí, alguien se ha dedicado a contar y a estudiar si esto es cierto o no. Los estudios muestran un patrón claro: el mismo que cualquier otra noche. El mito de la luna llena no deja de ser eso mismo, un mito, romántico y bonito, pero falso. Aún así hay quién seguirá afirmando que esos estudios son incorrectos y que su experiencia les dice lo contrario, lo que puede parecer algo anecdótico, pero no lo es.
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