A pesar de todos los desafíos y amenazas a los que tiene que enfrentarse, Rusia, con su prestigio nacional e internacional, es un actor fuerte y un verdadero "muro contra el que se estrella todo tipo de maniobra occidental".
En un artículo publicado en el periódico 'Granma', Pérez critica los frecuentes intentos de Occidente de "dejar fuera a Rusia" y tergiversar la historia, sobre todo cuando se trata de la victoria en la Segunda Guerra Mundial.
El autor sostiene que, "aunque ahora haya quienes quieran olvidarlo o tergiversarlo", es imprescindible "reconocer en toda su dimensión el aporte que la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas hizo a la paz mundial cuando derrotó al nazifascismo alemán".
Además, recuerda que en el momento de la derrota de los nazis, "la Unión Soviética, máxima responsable de esa victoria, presentaba un paisaje desolador", ya que había quedado parcialmente destruida.
Sin embargo, "su heroico pueblo supo levantarse de las ruinas y construir un país mucho más próspero", además de realizar "aportes significativos" a las naciones del este europeo y a los países del tercer mundo.
Después de la desintegración de la URSS y de "la euforia inicial de quienes creían haber encontrado la solución a todos los problemas económicos", la población de muchas repúblicas del este europeo se enfrentó a la cruda realidad de que "los beneficios sociales comenzaban a desaparecer; el desempleo crecía como mala yerba; y en algunos casos la pugna por el poder era punto de referencia para oportunistas que se habían disfrazado de socialistas en épocas anteriores", apunta el analista, agregando que Occidente, mientras tanto, "batía palmas", financiaba y organizaba supuestos partidos, sindicatos y "alguna que otra ONG afín a sus intereses".
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